viernes, mayo 28, 2004

El día después de mañana

Título original: “The day after tomorrow”
País: Estados Unidos / Año: 2004 / Duración: 2 horas 2 minutos

“El día después de mañana” es sólo otra película de catástrofes naturales producida por Hollywood, con un presupuesto gigantesco para efectos visuales y sonoros y otro también inmenso para publicidad. Y como toda película de catástrofes, repasa todos los lugares comunes del cine de este tipo (e incluso a veces va demasiado lejos) sin que importe demasiado la coherencia o la veracidad de la trama.

La película guionada, producida y dirigida por Roland Emmerich tiene la misma estructura que su más grande éxito de taquilla: “El día de la independencia”. Frente a una humanidad amenazada por fuerzas que le son ajenas, ya sean extraterrestres invasores o la Madre Naturaleza, el mundo se solidariza en el combate o en la huída. Y como en la otra, la acción se centra en los Estados Unidos, más específicamente en la de algún científico al que la burocracia gubernamental ignora.

Jack Hall (Denis Quaid, “Lejos del paraíso”) es un paleoclimatólogo que trabaja día y noche en la Antártida para demostrar su teoría de que el calentamiento global, generado por la excesiva explotación de los recursos naturales, va a producir un cambio climático drástico sobre la faz de la Tierra como el ocurrido hace 10.000 años en el último Período Glaciar.

Pero claro, esto no ocurrirá hasta el próximo siglo. A menos que no dispongamos de la tecnología necesaria para predecir los movimientos acelerados de la Naturaleza: de un momento a otro, cae granizo del tamaño de una pelota de fútbol en Japón, tres huracanes destrozan Los Ángeles y Nueva York se inunda. Lo mismo pasa en Europa y en todo el Hemisferio Norte en general, que poco a poco comienza a congelarse.

Es entonces -cuando ya vimos dos de las más grandes ciudades de los Estados Unidos destruidas- que el gobierno escucha las sugerencias del paleoclimatólogo y comienza a organizar una evacuación hacia el sur. Y esta es la parte más cómicamente patética de la película: México cierra sus fronteras a la inmigración masiva ilegal de Estados Unidos y entonces la Casa Blanca perdona la deuda externa Latinoamericana, consiguiendo así asilo en el sur.

Mientras todo esto ocurre, Jack Hall comienza una peregrinación a pie desde Filadelfia hasta la biblioteca de la ciudad de Nueva York para rescatar a su hijo de la catástrofe y así saldar varias cuentas y ausencias con él.

“El día después de mañana” fue estreno único de la semana y tiene por lo menos diez funciones sin contar los trasnoches. No es para menos, la sala más grande del complejo estaba casi llena para ver una película con una historia imposible dentro a una catástrofe poco probable. En contraste con esto, la semana pasada hubo cinco estrenos, de los cuales quedan dos. Entre las películas que dieron de baja se encontraba “Memoria del saqueo”, documental de Pino Solanas sobre los motivos económico-políticos que llevaron a los hechos del 21 de diciembre del 2001 en particular y a la crítica situación social de la Argentina en general.

No creo que este documental haya tenido más espectadores en toda la semana que los que tuvo una sola función de “El día después de mañana” y se comprende así perfectamente cómo la lógica del mercado lo levantó de la cartelera. No es mi intención ejecutar una sentencia moral sobre el compromiso social en nuestros tiempos, pero creí importante mencionar éste como un ejemplo más de los rutinarios movimientos de la cartelera local.

Entiendo, por otro lado, que la gente en general vaya al cine a distraerse de una realidad que lo agobia, pero creo que toda esta gente también debería detenerse a pensar por qué la realidad la agobia y por qué necesita distraerse con catástrofes naturales que ni siquiera la conforman. Considero que un buen punto de partida son películas documentales como “Memoria del saqueo” o la tragicomedia argentina “Luna de Avellaneda”, que por suerte quedó en cartel.

“El día después de mañana” promete lo mismo de siempre y cumple: Una catástrofe natural con excelentes efectos que une Estados Unidos con el resto de América y finaliza con un equilibrado discurso ecologista en manos del presidente de turno.

Calificación: 2 Nanitos.

1 Comments:

At sábado, 03 febrero, 2007, Anonymous Anónimo said...

oye en realidad no sabes nada, lo unico que haces es apoyar el arte de tu tierra (me imagino), pero decir que el dia despues de mañana es mas de los mismo estas loco.... deberias cerrar la bocota y no hacer ningun comentario... memoria del saque, luna de avellaneda.... eso es mugre....

 

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