viernes, octubre 28, 2005

Yesterday

Título original: “Yesterday” / Dirección: Darrell James Roodt.
País: Sudáfrica / Año: 2004 / Duración: 1 hora 36 minutos.


Por Ariel Benasayag

Lo primero que uno escucha si pregunta por “Yesterday” es que se trata de una película sudafricana hablada íntegramente en lengua zulú, que compitió por el Oscar a Mejor Película Extranjera este año. Las citas a los Beatles quedan inmediatamente descartadas.

Si uno tiene tiempo y la propuesta le resulta interesante, escuchará que está ambientada en la Sudáfrica de nuestros días, en las inhóspitas zonas rurales. Allí viven Yesterday y su hija Beauty (vale detenerse a observar la historia de este país insinuada en los nombres de estos dos personajes, que los llevan a pesar hablar únicamente su lengua materna y haber nacido en la llanura africana), que caminan todos los martes más de dos horas hasta la enfermería más cercana para unirse a una interminable cola y finalmente no poder ver al doctor.

Luego ingresan en la historia una maestra amiga, vecinas chismosas de pueblo chico, la ausencia de un esposo que trabaja bajo tierra y una enfermedad terminal. Todo esto en un contexto paradisíaco y desolador, en el que se mezclan las escasas llegadas de la cultura y la razón occidental con el misticismo ancestral y desconfiado de hechiceras y la todavía irremediable y dolorosa ignorancia.

A esta altura ya o resulta difícil descubrir que se trata de un drama que, por los temas que aborda, podría ser uno de los de golpe bajo, de los catárticos lacrimógenos. Y he aquí el mayor acierto de la película, que puede ser una grata sorpresa o una inevitable decepción dependiendo de las expectativas del público.

“Yesterday” aborda el problema del sida en el África rural con simplicidad y precisión, sin recurrir a giros rebuscados, repetidas puñaladas por la espalda o moralejas moralistas. En la película guionada y dirigida por Darrell James Roodt el momento trágico no es el del anuncio de la fatalidad; es otro, el de la reacción o el del recuerdo: porque los personajes no alcanzan a comprender en profundidad, porque se enfurecen y se desquitan, porque tienen miedo y el miedo engendra rechazo y violencia, porque saben que no pueden hacer ya nada más que encontrar un motivo más grande que la muerte para demorar la partida.

A pesar de todo esto Yesterday nos parece una heroína de la adversidad, una valiente. Pero no pasa ni un segundo antes de que ella misma lo desmienta, explicando que es lo que tiene que hacer, lo único que puede. Y es que realmente no se puede hacer mucho más.

Completan la simplicidad de “Yesterday” una cuidada fotografía e interesantes travellings y juegos de foco, en compañía de una mínima y sollozante musicalización que estremece y la fundamental interpretación de Leleti Khumalo.

Calificación: 4 Nanitos.



lunes, octubre 24, 2005

El visitador de salas

Seguimos creciendo y ya son dos nuestros preciados colaboradores. Se trata de Nicolas Voloschin, que no teme confesarse hereje del celuloide. ¿Qué lo trae por estos pagos entonces? Propone contarnos -en varias entregas- sobre su pasión por los rituales que envuelven el mundo del séptimo arte. Por tales motivos hemos dado en llamar "Cinefilia pagana" a la sección que hoy se inaugura.

El visitador de salas.

Por
Nicolas Voloschin

Durante años me declaré como un amante del cine, “Me encanta el cine” decía, una gran salida era armar un pequeño grupo, al menos de mí y mis circunstancias como excusa para ir a ver algo. Sí, “algo”, no era fundamental saber qué es lo que se exhibía para visitar una sala. Este gusto y los años me hicieron conocedor de varias opciones y circuitos. Poco a poco fui agudizando la vista, no sólo porque ya no veía igual que antes, si no también para entender lo que es el guión, la historia, los diálogos, las actuaciones, la dirección en todas o muchas de sus formas, la edición, el montaje e incluso llegué a tener algunos actores favoritos. No voy a decir que era un erudito, pero se me consideró una referencia en varias conversaciones sobre el tema, qué actor era ese o quién dirigió tal cosa después de filmar la primera parte de tal otra. Finalmente años de ritual asistencia a los martes y miércoles económicos, rendían su fruto.


También fue importante la visita a las salas en vacaciones y lugares exóticos ¿Cómo serán los cines en el trópico, el desierto, los pueblos u otras ciudades? No fue muy fructífera mi expedición, pero di con algunas experiencias interesantes.

Siempre me gustó el cine y es un gusto compartido con mucha gente. Grandes compañeros de largas noches, que usábamos la cinematografía como excusa perfecta para encontrarnos, vernos, acompañarnos en silencio y conversar hasta cualquier hora por buena o mala que resultara la cinta.

Así poco a poco, conociendo me di cuenta de lo que me gustaba y quién era, cinematográficamente hablando. No era un Inquieto Buscador de Rarezas, mi hobbie no consistía en buscar durante horas en internet o los libros, nuevos títulos extraños, para comentar películas imposibles de conseguir o que nunca fueron vistas. Tampoco estaba Casado, ni Comprometido, ni nada, con tal o cual director, línea estética o género. No me sabía de memoria la filmografía de ningún actor y menos aun de algún director, ni hablar de sonido, escenografías y afines. Me di cuenta también que tenía una seria dificultad para nombrar mis películas favoritas, todo estaba sujeto al contexto, amo tanto “Perfume de Mujer”, “El ciudadano Kane”, “Corazón Valiente”, “Alguien tiene que ceder” o “Los bañeros más locos del mundo”, cada cual en su categoría pero todas me parecen geniales a su manera y en su momento. Verugo Carámbula, Emilio Disi, Mel Gibson y Al Pacino. Noté en varias oportunidades la limitación de mis conocimientos, como así también la escasa cantidad de los mismos.

Ese fue el momento para hacer un llamado a mi cámara subjetiva interna, ver qué es lo que sucedía, llegar al fondo de esto, la definición de mi personaje en esta película de cinéfilos. Afortunadamente, llegué a un final feliz.

A mi no me gusta el cine en verdad, sino más bien ir a verlo, la experiencia de la salida y las salas oscuras, pagar tu entrada, ver la cartelera, las sinopsis, el paso obligado o no por la confitería, eso es lo mío, allí está mi placer. Soy un Visitador de Salas, por donde se me mire; y uno muy orgulloso.

Ya lo habrán notado, pero valga la aclaración para no dejar ninguna duda, ver las películas es una consecuencia casi inevitable.

viernes, octubre 21, 2005

Guardianes de la noche

Título original: “Nochnoy dozor” / Dirección: Timur Bekmambetov.
País: Rusia / Año: 2004 / Duración: 1 hora 54 minutos.

Por Ariel Benasayag

Oscuridad. Debo reconocer que no he visto suficientes películas rusas como para comparar “Guardianes de la noche” con sus coterráneas. Sobre esta filmografía me atrevo apenas a decir que los pocos directores con los que me he cruzado trabajan con una fotografía más que interesante (blanco y negro granulado y agobiante, colores vivos en una realidad oscura), encuadres prolijísimos e innovadores movimientos de cámara. Claro que todas estas eran películas de Festival de Cine Independiente (de Buenos Aires).

Este último detalle no es menor: “Los guardianes de la noche” está más cerca de cualquier superproducción de Hollywood que de las películas independientes que recuerdo provenientes de aquel país. Pero a pesar de esto conserva cierta oscuridad en la dirección, en la fotografía y -por fin dentro de este género- en el guión.

Tregua épica. La descripción del género de “Guardianes de la noche” que figura en Internet Movie Data Base es: “Acción / Fantasía / Ciencia Ficción / Thriller / Terror / Misterio”. Es sabido que esta gente tiene la base de datos de cine más grande del planeta, hecho que no sólo les acarrea algunos errores en la información sino también poco tiempo para definiciones precisas. Como si esto ya no fuera demasiado, algunos críticos nacionales la califican de “Aventuras”.

Mi intención no es comenzar un debate acerca de la categorización por géneros a partir de la polémica; por el contrario, apenas quiero agregar que en mi opinión les faltó “Épica”. Porque la historia que cuenta “Guardianes de la noche” es la de la eterna batalla entre el Bien y el Mal, la Luz y la Oscuridad.

La narración comienza hace siglos. El mundo se divide entre Humanos y Otros (por qué me habrá tocado ser un simple humano…), y estos -brujos, videntes, vampiros, seres metamórficos- a su vez se subdividen entre aquellos que responden y se alimentan de la Luz y los que hacen lo propio con la Oscuridad. Ambos ejércitos medievales se cruzan en un puente y ninguno de los dos quiere ceder: la batalla será hasta el Fin.

Pero Geser, líder del ejército de la Luz, detiene el tiempo y pacta una tregua con Zabulon, despiadado cerebro de los seres oscuros: desde ese momento un grupo de miembros de la Luz controlará las acciones de sus enemigos y viceversa. Guardianes de la noche y guardianes del día.

Pasa el tiempo y llegamos al Moscú de nuestros días: Geser dirige sus fuerzas desde una empresa de energía y Zabulon se la pasa jugando con video-juegos, mientras la tregua esta a punto quebrarse. El motivo: se acerca el Gran Otro, un ser que tiene como destino la grandeza y que deberá, como todos, elegir de qué lado está. Y los sabios dicen que elegirá la Oscuridad, porque es más fácil perder toda la Luz interior que combatir la Oscuridad circundante.

Luces y sombras. Como decía más arriba, “Guardianes de la noche” está más cerca de “Constantine” (2005) que de cualquier otra película rusa que por lo menos yo haya visto. Pero si bien se parecen en lo que a su producción se refiere (efectos visuales, especiales y digitales principalmente) y sus temáticas son más que cercanas, Timur Bekmambetov, basándose en la novela de Sergei Lukyanenko, construye un mundo mucho más oscuro. Los (anti)héroes de ambos bandos tienen personalidades oscuras y no llegan a los extremos; son más bien lumínicamente templados, seres Otros pero muy humanos en su confuso libre albedrío.

Esta borrosa oscuridad de la Luz está muy bien lograda desde el punto de vista visual, y se presenta acompañada por inusuales subtítulos bicolores que aparecen prolijamente en cualquier parte de la pantalla y se desvanecen de igual forma.

“Guardianes de la noche” está bien realizada y funciona como entretenimiento. Pero a pesar de que tiene interesantes giros sobre la clásica batalla, no termina de convencer. Tal vez lo hagan sus dos anunciadas secuelas que completan la trilogía literaria: “Guardianes del día” (2006) y “Guardianes de la noche 3” (2007).

Calificación: 3 Nanitos.


martes, octubre 18, 2005

Vidas cruzadas

Título original: “Crash” / Dirección: Paul Haggis.
País: Estados Unidos-Alemania / Año: 2004 / Duración: 1 hora 53 minutos.

Por Ariel Benasayag

Choque. Encuentro violento de una cosa con otra. Contienda, disputa, riña o desazón con una o más personas.

¿Por qué chocamos?

Distancia, enojo, gritos, discriminación, xenofobia, poder, abuso, racismo, dolor, deshonra, impotencia. Odio. Incomunicación, desconexión, confusión. Violencia. Casualidad, causalidad, destino. Dolor, gritos, milagro, tragedia, hipocresía, amor, muerte, impotencia, aprendizaje. Calma. Choque.

Choque. El título “Vidas cruzadas” (que parece el nombre genérico perfecto para una película de narración fragmentada y paralela como esta) leído al pasar en una cartelera, no llama mucho la atención y tampoco parece prometer demasiado; de hecho, suena a más de lo mismo que llega por montones y decepciona una y otra vez. Afortunadamente, “Crash”, choque, no lo es: versa sobre las temáticas y las impresiones que me he traído de la sala y que enumero arriba, como respuesta a la misma pregunta que Paul Haggings (también guionista) hace.

“Vidas cruzadas” es una hipótesis sobre nuestros choques. Momentos de la sociedad actual, que sin embargo parecen haber estado desde siempre. Problemas esenciales concretizados en personas, familias, historias de Los Ángeles, como si esta gran ciudad del norte condensara demasiados (¿o se trata sólo de uno?) de los conflictos de la Humanidad. Todo esto con un excelente ritmo, banda de sonido y actuaciones.

Algunos escenas recuerdan “La casa de arena y niebla” (“House of sand and fog”, 2003), también impresionante. Y algo es seguro respecto de las dos: no son las primeras ni serán -por mucho lamentablemente- las últimas películas necesarias sobre la creciente discriminación occidental y sus consecuencias.

Calificación: 4 Nanitos.



viernes, octubre 14, 2005

Tiempo de valientes

Título original: “Tiempo de valientes” / Guión y dirección: Damián Szifrón.
País: Argentina / Año: 2005 / Duración: 1 hora 52 minutos.

Por Ariel Benasayag

Un valiente. El talento de Damián Szifrón, guionista y director de “Tiempo de valientes”, radica en que en el momento en que (casi) toda la nueva generación de directores nacionales mira la Argentina con un realismo crudo, crítico y a esta altura ya bastante repetido, decide hacer cine del más convencional, cine de simple entretenimiento. Importa formatos del cine clásico, alternativa descartada de antemano por el Nuevo Cine. Y lo hace con un conocimiento del género y una prolijidad envidiables. Pero más importante aún es que, en este traslado, incorpora elementos autóctonos (que se ven en las temáticas y el humor principalmente) obteniendo como resultado un producto de calidad que fascina al gran público.

El primer trabajo de Szifrón masivamente conocido fue “Los simuladores” (2002-2003), serie televisiva que remitía a su inolvidable congénere “Misión: imposible”: Cuatro héroes (héroes clásicos, no como los triste héroes urbanos que abundan en el Nuevo Cine o los inaceptables antihéroes que pululan por la televisión) de interesantísimos perfiles llevaban adelante misiones dignas del escuadrón liderado por Jim Phelps. También recurriendo al más perspicaz ingenio, la perfecta simulación y a los pasibilidades de la tecnología (nunca de punta en la Argentina de comienzos de siglo) ayudaban ya no a salvar el mundo ni proteger la seguridad del país, sino más bien al más habitual de los personajes de la fauna nacional: un comerciante que le debe a la policía corrupta, una mujer golpeada, un niño con problemas en el colegio o dos jóvenes de distintas religiones que se querían casar.

Ya aquí se puede apreciar la perfecta mixtura de la que hablamos: un formato clásico -algo parodiado en este caso- que incorpora elementos nacionales en las temáticas y el humor. Con “Los simuladores” muchos tuvimos nuestros primeros héroes compatriotas.

Sigue en su carrera “El fondo del mar” (2003) sobre las cómicas desgracias de un joven estudiante tras descubrir la infidelidad de su novia. La película, que Szifrón había realizado en su mayoría antes del éxito televisivo, fue esperada con grandes expectativas por el público y la crítica. No defraudó -porque se trata de una buena película con un excelente sentido del humor, por momentos más oscuro que el de “Los simuladores”-, pero tampoco fascinó.

A pesar de esto, quienes disfrutamos apasionadamente de “Los simuladores” –en mi opinión el mejor programa de ficción que ha dado la ahora vaciada televisión nacional-, no olvidamos al joven director y esperábamos ansiosos esta, su segunda película.

Pareja pareja. La historia que cuenta “Tiempo de valientes” es más que conocida: Mariano Silverstein (Diego Peretti) es un psicoanalista que debe cumplir horas de trabajo comunitario atendiendo a Alfredo Díaz (Luis Luque), inspector de la Policía Federal Argentina algo desequilibrado por el reciente engaño de su mujer. Y el licenciado no encontrará mejor ocasión para hacerlo que sobre el móvil policial, en medio de un caso de asesinato.

La inevitable interacción y la creciente identificación sumadas a algunas coincidencias harán de esta pareja despareja lo que al comienzo parecía imposible: dos amigos inseparables, compañeros frente a cualquier peligro.

Como cuando éramos niños. Vale la aclaración: la policía representada por Szifrón no es ni la de la indignante realidad de “El bonaerense” (2002) de Pablo Trapero ni tampoco la de los papeloneros de la “Brigada explosiva” (1986); está, en todo caso, más cerca de la de “Arma mortal” (1987) y sus afines. Pero a pesar de esto, no omite la visión pública que tiene hoy la policía argentina: esta presente la corrupción policial en todos los niveles, aunque abordada con ojos atenuantes necesarios para lograr la comedia policial que se pretende. Aquí el tema no es hacer crítica social: el cine de Szifrón está hecho para ser disfrutado de principio a fin y salir de la sala con una sonrisa triunfal.

Aquí hay otra clave del cine de este particular joven director: en cierta forma el placer que generan sus productos se debe a que combina –también- la ingenuidad de nuestros gustos cinematográficos infantiles con los requerimientos de hoy. Szifrón hizo una película que bien podría pertenecer al Hollywood de fines de los ‘80 con las mismas calidad, narración y estructuras, pero con un excelente humor que ya le es característico y dos poco comunes héroes locales. Sobrevuela la sensación de que hace un cine que él mismo disfruta apasionadamente; y este es quizás su más grande talento.

Escenas memorables son las de las conversaciones en el auto y aquella con el empleado de limpieza, brillantes gracias a la magnífica interpretación de Luque y Peretti. La música que acompaña el film tampoco es un detalle para dejar de lado.

Las mejores risas. Damián Szifrón está de vuelta y es un hecho para celebrar. Los límites del Nuevo Cine Argentino se siguen extendiendo en este escaso pero fundamental año. En esta oportunidad con una de las mejores películas del año, una comedia pura que fascinará a quienes se lo permitan y les dará escenas y diálogos de sobra para disfrutar rememorando en la post-proyección.

Calificación: 5 Nanitos.


viernes, octubre 07, 2005

Top 100 películas de todos los tiempos

Nuestra primera colaboración es un repaso de cien de las mejores películas de todos los tiempos y procedencias, rankeados especialmente para Radiocine por Alejandro Dik. Nosotros agradecidos; quienes nunca saben qué alquilar seguramente también.

Por Alejandro Dik

1. Tiempos violentos (Pulp Fiction)
2. Volver al futuro (Back to the future)
3. Kill Bill Vol. I (Kill Bill Vol. I)
4. Kill Bill Vol. II (Kill Bill Vol. II)
5. En busca del destino (Good Will Hunting)
6. Snatch: Cerdos y diamantes (Snatch)
7. Sueño de libertad (The Shawshank redemption)
8. Pecados capitales (Seven)
9. Forrest Gump (Forrest Gump)
10. Historias mínimas
11. La naranja mecánica (A clockwork orange)
12. Ciudad de Dios (Cidade de Deus)
13. Los otros (The others)
14. The Truman Show (The Truman Show)
15. Quieres ser John Malkovich? (Being John Malkovich)
16. El club de la pelea (Fight Club)
17. Un crimen ferpecto
18. Descubriendo el país de Nunca Jamás (Finding Neverland)
19. Sexto sentido (The sixth sense)
20. Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (Eternal sunshine of the spotless mind)
21. Toy story II (Toy story II)
22. Mar Adentro
23. Amélie (Le fabuleux destin d'Amélie Poulain)
24. Intriga en la calle Arlington (Arlington Road)
25. Los lunes al sol
26. Nueve reinas
27. Toy store (Toy story)
28. Jerry Maguire (Jerry Maguire)
29. Los hijos de la calle (Sleepers)
30. El ladrón de orquídeas (Adaptation)
31. Corazón valiente (Braveheart)
32. Cuando Harry conoció a Sally (When Harry met Sally...)
33. Juegos, trampas y dos armas humeantes (Lock, stock and two smoking barrels)
34. Memento (Memento)
35. El último beso (L' ultimo bacio)
36. La leyenda del jinete sin cabeza (Sleepy Hollow)
37. Mi nombre es Sam (I am Sam)
38. Maverick (Maverick)
39. Héroe (Ying xiong)
40. Good bye, Lenin! (Good bye, Lenin!)
41. El Señor del los Anillos: El regreso del rey (Lord of the Rings: Return of the king)
42. Perros de la calle (Reservoir dogs)
43. Amores perros
44. América X (American History X)
45. Perdidos en Tokio (Lost in translation)
46. El talentoso Sr. Ripley (The talented Mr. Ripley)
47. Una mente brillante (A beautiful mind)
48. Valentín
49. El joven manos de tijera (Edward Scissorhands)
50. Quisiera ser grande (Big)
51. Volver al futuro II (Back to the future – Part II)
52. Corre Lola corre (Lola rennt)
53. El secreto de Vera Drake (Vera Drake)
54. Belleza americana (American beauty)
55. Réquiem para un sueño (Requiem for a dream)
56. La lista de Schindler (Schindler’s list)
57. Letras prohibidas: La leyenda del Marqués de Sade (Quills)
58. Elefante (Elephant)
59. La hora 25 (25th hour)
60. Las invasiones bárbaras (Les invasions barbares)
61. El gran pez (Big fish)
62. La niña santa
63. La sociedad de los poetas muertos (Dead poets society)
64. El ultimo día (No man’s land)
65. Thelma y Louise (Thelma & Louise)
66. El perro
67. Un casamiento inolvidable (Casomai)
68. Los guantes mágicos
69. El abogado del diablo (The Devil’s advocate)
70. Las reglas de la vida (The cider house rules)
71. Gladiador (Gladiator)
72. Fuego contra fuego (Heat)
73. Alta fidelidad (High fidelity)
74. Batman (Batman)
75. El extraño mundo de Jack (The Nightmare Before Christmas)
76. Buscando a Nemo (Finding Nemo)
77. El efecto mariposa (The butterfly effect)
78. La gran seducción (La grande séduction)
79. Shakespeare apasionado (Shakespeare in love)
80. Annie Hall: Dos extraños amantes (Annie Hall)
81. Elling: Mi amigo y yo (Elling)
82. Filadelfia (Philadelphia)
83. El violín rojo (Le violon rouge)
84. La vida de David Gale (The life of David Gale)
85. Million Dollar Baby (Million Dollar Baby)
86. Perfume de mujer (Scent of a woman)
87. Código de honor (School ties)
88. El mismo amor la misma lluvia
89. Los amantes del círculo polar
90. Caballos salvajes
91. Bowling for Columbine (Bowling for Columbine)
92. Mi pobre angelito (Home alone)
93. Sintonía de amor (Sleepless in Seattle)
94. Tango feroz
95. Trainspotting (Trainspotting)
96. La novicia rebelde (The sound of music)
97. Un día de furia (Falling down)
98. Realmente amor (Love actually)
99. La comunidad
100. Despedida de soltero (Bachelor party)

Wallace & Gromit: La batalla de los vegetales

Título original: Wallace & Gromit: The curse of the were-rabbit / Dirección: Nick Park & Steve Box
País: Reino Unido / Año: 2005 / Duración: 1 hora 25 minutos.

Por Ariel Benasayag

Un creador peculiar. El avance de “Wallace y Gromit: La batalla de los vegetales” anuncia -como cualquier breve comentario que puede leerse o escucharse por ahí-, que es la nueva película de los creadores de “Pollitos en fuga”. Y si bien esto no es incorrecto, más apropiado –para todos menos para el Mercado, claro- sería decir que es la nueva película del creador de “Wallace & Gromit”, que con tres cortometrajes ya había hecho una gran carrera antes del éxito de taquilla.

Los cortos en cuestión son “Wallace & Gromit: A grand day out” (1989), Wallace & Gromit: The wrong trousers” (1993) y “Wallace & Gromit: A close shave” (1995) -se consiguen los tres juntos-, por los que Nick Park recibió dos premios y una nominación al Oscar -ese mismo año ganó el galardón al Mejor Corto de Animación por “Creature Comforts” (1989)-.

Después sí vino “Pollito en fuga” (2000), que combinó el talento y la taquilla.

¿Qué particularidad tienen todos los títulos de este innegable talento de la animación de la productora inglesa Aarman? Están realizados con la técnica artesanal del stop-motion, que se consigue al fotografiar los movimientos mínimos de personajes-muñecos fabricados -en este caso- con plastilina y arcilla. Un infatigable arte, que no tiene motivos para competir con el también fascinante formato digital, que tantas alegrías nos ha dado en los últimos años.

Simpáticas creaciones. La nueva película de Park, que comenzó a realizar en 2000 –el dato nos permite calcular los tiempos de una producción semejante-, lleva a la pantalla grande a sus dos personajes más entrañables: Wallace, un distraído e ingenioso inventor inglés amante del queso, y su perro, Gromit, perspicaz y silencioso colega del anterior que, agarrándose una y otra vez la cabeza, lo hace salir airoso de las situaciones más extrañas: se los puede ver viajando a la Luna en busca de queso o viéndoselas con un pingüino de pantalones divertidos.

En esta oportunidad la perfecta animación viene acompañada de una historia simple pero con suficientes giros como para convertirse una excelente comedia de suspenso.

Pesticidas ecológicos. Wallace y Gromit viven en un pueblo en el que todos los años se lleva a cabo un festival en el que se premian los mejores exponentes del mundo de las hortalizas. Los vecinos pasan sus días cuidando y mimando zapallos, papas, repollos y zanahorias gigantescos para participar este concurso, que les otorga una inconmensurable satisfacción personal, además del prestigio entre los demás envidiosos competidores.

El trabajo del inventor y su fiel compañero es nada menos que combatir las plagas que acechan las cosechas de sus vecinos. Claro que lo hacen con métodos poco convencionales: en vez de utilizar veneno o armas de fuego, estos dos ecológicos controladores de plagas atrapan a los conejos invasores y los alojan en el sótano de su casa, donde los alimentan como huéspedes de lujo.

Pero bastará el amor de una mujer -y no el de cualquier mujer sino el de la “carotenada” Lady Tottington, comprometida con Víctor Quartermaine, un cazador menos que furtivo- para que los delirios de nuestro héroe lo lleven más allá de las posibilidades humanas y condene inocentemente al pueblo a un peligro monstruoso.

Suerte de doblaje. Ya que a esta altura de los hechos resulta casi imposible que lleguen a Mendoza copias dobladas y subtituladas de las películas animadas, o de cualquiera que las distribuidoras consideren propicias para el público infantil, no podemos hablar aquí del trabajo de Helena Bonham-Carter (que también podremos escuchar como la voz de “El cadáver de la novia” de su esposo Tim Burton) ni del de Ralph Finnes. Sin embargo, sí podemos celebrar que “Wallace y Gromit” tengan un doblaje neutro, y no el insoportable porteño (que invadía incluso aspectos del guión) de “Los increíbles” y que ya tristemente promete “Chicken little”.

Fantasías animadas. A pesar de que la historia es algo típica, “La batalla de los vegetales” es, más que cualquier otra, una película para disfrutar: la animación con plastilina no deja de deslumbrar en ningún momento (aunque se podrían haber agregado más gags que posibilita el maleable material, que todavía no quedan igual en digital), los personajes son graciosos y entrañables (sobre todo el apocalíptico reverendo del pueblo) y los detalles y resoluciones de las desventuras de estos dos nuevos-viejos héroes, citas y fantasías mediante, llevan al espectador de viaje por cierta nostálgica ingenuidad animada, modelo 2005.

Calificación: 4 Nanitos.



Título original: "The Madagascar penguins in a Christmas caper".
País: Estados Unidos / Año: 2005 / Duración: 10 minutos.

Yapa. Como anticipando la segunda parte de “Madagascar”, Dreamworks Animation (oportuna coproductora de “La batalla de los vegetales”) presenta antes de la película un corto animado protagonizado por los pingüinos sicóticos castrenses del zoológico de Nueva York, en una aventura navideña que también se deja disfrutar, aunque de otra forma. “Madagascar” (2005) decepcionó desde el guión; ahora apuesta al humor desquiciado de estos personajes, tal vez como una prueba de lo que veremos en el 2007.

Calificación: 3 Nanitos.

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